miércoles, 11 de junio de 2025

Tregua

 Estoy rodeada y rendida a ejércitos de manzanos, ciruelos, higueras, moreras, almendros, nísperos, olivos y encinas,

a los aromas de mis celindas, del romero y lavanda, de tomillo e incienso, de laureles y rosas.

Las siembras son bancales de tomates, pepinos, pimientos y sandías que prometen.

Y hay  trincheras de pensamientos y margaritas, invadidas por toda clase de aleteos y zumbidos.

Me despiertan drones cantarines de aves, 

y me duermen noches mágicas de luna llena, plagadas de fugaces cuando mengua.

No hay miedos si el ruido de fondo es el cri cri de un grillo insistente, 

o el chirrido chicharrero cuando el sol más aprieta, 

si las batallas son chapoteos, risas y gritos en el agua de los más pequeños.

Esta debería ser su única guerra. 

El campo en verano,

la casa en verano, 

mis hijas en verano,

donde todo es verdad,

y todo es un sueño.

La tregua necesaria para descansar de esa tristeza mundana tan canalla,

y hasta de una misma.



Érase una vez

 Érase una vez la era del phono sapiens,  donde las pantallas se comían nuestros ojos y no nos dejaban mirarnos,  ni soñar,  ni habitar per...