domingo, 3 de agosto de 2025

Érase una vez

 Érase una vez la era del phono sapiens, 

donde las pantallas se comían nuestros ojos y no nos dejaban mirarnos, 

ni soñar, 

ni habitar personajes,

y calzar sus zapatos unas cuantas lunas para entendernos.

y donde era imposible tratar con dioses porque nos matábamos por sus símbolos.

Y hasta hubo un exterminio en nombre de una "Tierra prometida".

Fueron tiempos en los que la libertad se reducía a una selección consumista muy salvaje,

y en los que se creó una IA, cuya A suplantó la del Amor y los Afectos y la de nuestra Auténtica vida.

Un mundo enfermo de mentiras, donde los más crónicos te decían qué pensar, cómo vivir y en qué creer, 

y en las mesas solo se servía ruido,

y se rompía el silencio de tanto pronunciarlo,

y se cerraban puertas para no ver ni oír lo que quedaba detrás:

montones de escombros llenos de gestos pendientes.

Nunca estuvimos tan solos y, a la vez, tan conectados,

nunca hubo tanta inmediatez y tan poco sosiego, ni tantas metas inútiles. 

Y nos perdimos el camino...

 y a nosotros mismos.



Vergüenza

 Tenemos sesión continua del exterminio más cruel y barato de todos los exterminios: 

Aislar

Rodear 

Asesinar

y matar de hambre al resto.

Mientras nuestras panzas de perfil, lucen bien gordas, alimentadas de una discreta y cobarde condena.

No sé si gritar para tapar nuestra vergüenza o para no oír un ruido tan terrible



Érase una vez

 Érase una vez la era del phono sapiens,  donde las pantallas se comían nuestros ojos y no nos dejaban mirarnos,  ni soñar,  ni habitar per...