Voy a dedicarte esta noche,
sabes que el día lo tengo reservado,
ahora más que nunca,
pero cuando apareces
se oculta discreto y celoso,
y llego plena de fuerza y vida
a tu luz inspiradora y a tus auspicios,
que alteran los sentidos
que alteran los sentidos
en una dulce y pacífica licantropía,
y nos traen sueños y deseos
y nos traen sueños y deseos
perdidos en tantos aullidos.
No puedo dejar de mirarte.
No puedo dejar de mirarte.
(de mi baúl lunático)
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