No los podemos regresar,
arrebatarlos de la muerte, como deseaba el poeta,
ni transformarlos en sonidos musicales,
como soñaba Morricone.
Mayo es pies desnudos por la casa, con uñas carmesí, colchas frescas y blancas, y ventanas con visera, aroma a rosas, celindas y melisa, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario