El sentimiento no es tan
compartible como la razón,
y calla,
y se protege,
en medio de un vendaval
que deshilacha las nubes,
se lleva la lluvia y libera las hojas,
para quedar atrapadas
en la sutileza de tantos poemas inacabados.
Érase una vez la era del phono sapiens, donde las pantallas se comían nuestros ojos y no nos dejaban mirarnos, ni soñar, ni habitar per...
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