Tiempo de recogida
de coloridas mantas,
que ya viene un secarral de polvo y viento
y alguna nube asustada,
Bajo su cielo pálido
un mar de trigo aguarda,
espetones de cardenchas en sus lindes alineadas,
pétalos derramados
en alfombras de nostalgia,
epílogo de una vida
repleta de fragancia,
siestas de silencio y fuego,
en los pueblos y en mi casa,
las ventanas al sol ciegas y las puertas entornadas.
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