lunes, 11 de julio de 2022

Amarillo ocre

 

No se puede volver a alguna parte de donde ya te has ido, aunque estés deseando volver y que vuelvan, encontrar el calor seguro del ayer, 

aunque repitas abrazos y despedidas, solo puedes  regresar pero no volver. 

Y repites paellas y discusiones,  

y entras sigilosa en madrugadas de vigilia para escuchar su respiración, 

ya sabes que se han ido para siempre, y que tus alas fueron las suyas.

Tal vez un día traigan sus tesoros, sus pequeñas réplicas, cada una con vida propia, anticipando de nuevo la irremediable despedida.

Y cuando ya sabes que se van definitivamente, se encoge la vida y la casa se hace enorme,  

y siempre al caer la tarde, queda envuelta en un bello color amarillo ocre, que descoloca mi sonrisa.

Yo también me fui un día





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