Cuando no nos miramos ni nos pensamos en soledad,
solo quedan borradores,
tomas falsas de nuestra vida,
montones de curvas imaginarias,
y padres y madres de mil cabezas y dos mil manos,
a quienes echar culpas y pedir ayuda.
Visitarnos es una buena y necesaria compañía,
el principio de una larga e inevitable relación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario