martes, 14 de febrero de 2023

La radio

 Sigue siendo la reina.

Ningún equipo, ni compact disc, Mp3, 4, 5... la ha podido sustituir.

Tengo con ella una relación  muy especial, desde bien pequeña me conquistó.

Recuerdo días de lluvia, sentada junto a mi madre viéndola coser y escuchando, desde aquella enorme y preciosa Marconi, la canción del ColaCao desayuno y merienda 🎶🎵..., hoy tal vez sin negrito en primera persona, 

o aquella locura de serial radiofónico, M.S.L. ( Manicomio Sociedad Limitada), justo antes de comer.

Con 5 o 6 añitos me enseñó coplas difíciles, largas y con palabras, que para entonces ni entendía, y que aún retengo y reproduzco a solas, en brotes de alegría o de tristeza. Siempre tuve un ramalazo muy coplero.

En mi juventud, la cita fiel de media noche con mi loco preferido, desde aquella sensata, filosófica y sosegada colina, que me quitaba horas de sueño...

pero me hacía soñar.

He hecho largos y cortos trayectos en coche y andando, disfrutando de su  compañía y de su generoso abanico de posibilidades para según que momento.

Leo y escribo con los clásicos de fondo,

es literatura con música y magia sin fronteras.

Me saluda la primera por las mañanas y me acurruca en mi desvelo,

y me cuenta, 

y me enseña, 

y me hace reír,

y llorar,

y enfadarme con el mundo...

 ¡Gracias compañera por encender tantas veces nuestras vidas!




jueves, 9 de febrero de 2023

Temblor

 De vez en cuando la vida 

queda colgada en el hall de los sueños,

varada en un mar de planes,

escrita en la lista de la compra, 

en un diario, 

en  árboles, en bancos y en muros, 

en millones de Whatsapps,

y grabada en graciosos tiktoks, 

pendiente de un préstamo, 

de reconciliaciones, 

de una entrevista, 

de viajes y celebraciones...

de nacer.

Una furia sísmica en grado 7'8, 

imparable, inevitable,

sin nadie a quien culpar.

¿A qué escala de dolor, de destruccion y de miseria se  para una guerra?



domingo, 5 de febrero de 2023

Ojalá

 Ojalá y siempre hubiera un cálido abrazo en las frías y largas noches del alma.

Ojalá tuviera tiempo para contar a mis hijas la vida que no vivieron 

y que también es suya,

y llenarles de motivos para levantar este mundo que se cae.

Ojalá nunca me venza la melancolía y la pueda escribir,

y me sienta más feliz por lo que es que triste por lo que pudo haber sido.

Ojalá no hubiera cronocorazones 

ni plazos estipulados para el dolor,

y el amor siempre fuera  pensado y sentido...

y consentido

Ojalá solo fuera lo que la luz va diciendo de mí,

y poder irme joven lo más tarde posible.

Ojalá no perdiera la alegría intentando conservarla,

y no fuera mi propia némesis.

Ojalá cada dicotomía se llenara de matices y de misterios,

contra tantas verdades universales.

Ojalá no hubiera tantos versos perversos en este maravilloso universo.


Ojalá...




Ojos

Alguna vez retaron al sol y se rindieron a las estrellas. Han llorado mares de emociones,  y se han perdido ávidos y curiosos en miles de li...