Hay amigos intermitentes,
que te llegan siempre en momentos importantes,
y los hay que nunca esperas porque siempre están.
Tengo muchos en el recuerdo y otros en la memoria del alma.
Conocidos que duran lo que empapa la lluvia en mi tierra,
y desconocidos a quienes, seguramente, me hubiera gustado conocer más.
Tengo otra pequeña familia que no me corre por las venas pero que elijo,
y que me anclan al mundo, con fuertes y generosos vínculos.
Son como pequeños soles que encienden mis afectos.
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