sábado, 19 de octubre de 2024

Versiones

 La vida está llena de versiones que nos acercan o nos alejan de la mejor versión del ser humano.

Versiones peligrosas sobre la belleza.

Versiones sobre inmigrantes que dan mucha vergüenza. 

Versiones de la violencia de género que borran el género.

Versiones sobre feminismo que dan pena por la ignorancia.

Estúpidas versiones del cambio climático que niegan la evidencia. 

Versiones que se adueñan de la patria, con banderas de ira y de odio.

Horribles versiones sobre genocidios como incursiones controladas.

Versiones de democracia que disimulan alguna dictadura.

Versiones partidistas y manipuladoras de la Justicia.

Fanáticas versiones sobre dioses que nos bajan a los infiernos.

Frívolas versiones de libertad que la coartan o la prostituyen...

Somos especialistas en versiones.

 ¡Ojalá supiéramos elegir y actualizar las mejores!



martes, 15 de octubre de 2024

Antes que llegue el invierno

 Lleva más pasado que futuro en el camino,

más hojas caídas que en las ramas, 

y una historia de cinco minutos 

llena de momentos infinitos.

Arrastró un TOC autoexigente y perfeccionista que le aceleraba el ritmo cardíaco y la vida,

pero curó algún miedo cuando aprendió a desaprender y entendió que vivir es equivocarse.

Ya le sobran muchas cosas...,

y alguna persona. 

Guardar¿Para qué?


Todo está tan mal repartido que le avergüenza su ligereza.

Se queda con lo inútil,

con las hojas perennes de un otoño que le trae la  soledad alegre,

y más silencio,

para ver lo invisible mejor que nunca,

y, tal vez, contarlo antes que llegue el invierno.





miércoles, 2 de octubre de 2024

El Peral

 Mis tíos tienen una casa enorme en el campo a 5 Kms del pueblo y a los pies de la sierra, ahora pelada y colonizada por enormes gigantes blancos.

Era una antigua Venta, donde íbamos algún verano, porque en aquel tiempo y con cinco hijos, mis padres no nos podían llevar más allá. 

Lo recuerdo llena de gratitud porque me permitía sentirme libre, descubridora de bichitos, de olores irrepetibles y de cimas inexpugnables.

Bebía sus aguas agrias, mágicas, con sabor a metal con limón.

Subíamos la sierra día sí día no, y nos sentábamos, cual vencedores, en la piedra del condenado, nunca tuve clara su leyenda.

Ir allí era como entrar en una película de aventura, donde mi hermano era un héroe que buscaba alacranes, enroscaba culebras en un palo y pescaba renacuajos en la Alameda. Alguna vez se mojó más de la cuenta en el intento.

Mis hermanas y mis primas empezaban sus primeros escarceos y bajaban en secreto al merendero para ver a los amigos que venían desde el pueblo a visitarlas.

En la gramola sonaba un Luis Aguilé nostálgico, 

        Cuando salí de Cuba, dejé mi vida, dejé mi amor...

No recuerdo si fuimos más de dos veranos pero fueron inolvidables.

Algunos Septiembres, despues de mucho tiempo, pandemia y grandes ausencias, hemos vuelto a ese trozo feliz de mi infancia, alrededor de unas migas institucionalizadas por mi primo del alma.

Y ya nada es tan grande, excepto las ausencias.

Allí sigue el eco de risas jóvenes, de gritos infantiles, de noches de fiesta en el portalón, con las cenas de caracoles, 

y aquella brisa de verano que parecía eterna...



Ojos

Alguna vez retaron al sol y se rindieron a las estrellas. Han llorado mares de emociones,  y se han perdido ávidos y curiosos en miles de li...