lunes, 2 de diciembre de 2024

Mi amiga

 Tengo una buena amiga, 

una mujer preñada de infancia, 

de una infancia bonita y bien espabilada, cuando llegó la más pequeña y le quitaron galones y mimos y, a la fuerza, creció más independiente.

Por eso le gustaba agradar, ganarse su rincón de afectos.

Era una adolescente ordenada y escéptica, confiada y caótica.

Con un Pepito Grillo siempre en la oreja y la imaginación contratada a tiempo parcial, para con el resto pisar bien la tierra de su juventud.

Una maravillosa y agitada juventud, de canciones protesta, amenazas de bomba y manifestaciones, 

de cine de autor y Antologías rotas...

Ya le importaba el mundo de verdad, y escribía su inquietud.

Mi amiga fue muchas cosas más,  

también madre. 

Y no sé cuando me dejó de lado y le perdí la pista. 

Tiempo después nos reencontramos, por casualidad, en un verso inconcluso. 

La reconocí enseguida...

           y la abracé .




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