martes, 8 de marzo de 2022

Carta a las estrellas

 


Querido Juande, 

Desde que te fuiste al otro lado, la espada de Damocles amenaza nuestro mundo y ya nada volverá a ser como antes; la entropía humana contra el planeta,

pandemias letales, puñales políticos, misiles nucleares...

En este triste y peligroso escenario, se echa de menos tu buen carácter y tu sentido del humor, para agilizar tanta locura.

Mientras tanto llegaron más  brotes de esperanza con  Inés y Sofía. 

Tus nietas aún crecen con tu recuerdo, y Maia más deprisa de lo que te gustaría, seguro que ya eres su mejor guardaespaldas

Estamos bien

Tu María, ya levanta cabeza, va sacando su genio y aceptando su soledad acompañada; sabemos que sigues por aquí,

y te regreso leyendo, restaurando libros y buscando tus raíces para continuar escribiendo la segunda parte de la saga familiar.

Apareces por los rincones de mi casa, sorbiendo caracoles, y apurando una tableta de chocolate con tu vaso ancho de pacharán. 

El árbol del amor y un trocito de jardín llevan parte de tu esencia.

También regresas de perfil, mirando el mar de Carboneras desde tu terraza...,

y entonces aparece tu sonrisa, siempre tu inefable sonrisa, un halo que trasciende lo tangible, la alegría que nos dejaste, y nos rescata de este nido de duelo interminable.







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