Prometo no depender de tí,
ni hacerte mi necesidad.
Te elijo porque te quiero,
no sé si para siempre,
pero mañana seguro que sí.
No me apagaré para que brilles,
ni estaré en ningún jarrón
o subida a un pedestal.
Me acepto imperfecta,
pero si me juzgas, me iré.
Muéstrame tus miedos
y te enseñaré los míos,
no pasa nada.
No contengas mi risa,
mejor, provócala.
Y nunca me digas que soñar
es una pérdida de tiempo.
Brindemos por nuestras dudas y alguna certeza,
por los errores que nos acercan,
por la soledad compartida,
por nuestros planes...,
y los de cada uno.
Sólo mírame muy adentro,
para saber si este amor es bienvenido,
si quieres ir a mi lado,
y no por delante ni a mi espalda.
Así, sí quiero
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