lunes, 22 de enero de 2024

Miedos

 Que viene el coco y se lleva a las niñas que duermen poco...


Despues de la inocencia y del afecto espontáneo de la infancia, vamos heredando una colección de miedos imaginados y reales, 

y los necesarios para nuestra supervivencia.


Desde los aterradores complejos, las dudas y la vergüenza adolescente hasta el vértigo de haber perdido, en un pispás, la juventud.


Miedo a las guerras y a la memoria indigerible de las posguerras.


Miedos inyectados de culpa y obediencia ciega por religiones castigadoras.


Miedo paralizante ante la violencia.


Miedo cuando el óxido avanza y nos rodea la soledad. 


Miedo al dolor y al sufrimiento de los tuyos...,

                  y a la muerte.


Modernos miedos a la IA,  a la ansiedad y a la incertidumbre...

la desconfianza.

La misma que confina, levanta muros y concertinas para evitar al diferente, al intruso, 

y culparlo de todos nuestros males,

y de nuestros miedos. 


Esos que interesa propagar, financiar y mantener.

Nada nuevo en el horizonte.

Sólo que las amenazas disfrazadas se pueden combatir sin terapia, 

cuando descubres que sus peligrosas y alargadas sombras están manipuladas por titiriteros, 

como las sombras chinas, 

     y sólo pesa su cobardía.



viernes, 12 de enero de 2024

Tiempo de rebajas

 Nunca le gustaron los saldos, 

porque siempre creyó que lo que tiene valor merece su precio.

Y buscó la pureza.

Invirtió toda su fortuna en encontrarla, hasta que le llegaron los intereses en millones de afectos.


Ahora, los defiende de gangas y malas réplicas, 

de emociones fútiles y accesibles, 

amontonadas, manoseadas y pisoteadas por adictos anónimos sin alma.



viernes, 5 de enero de 2024

Buenos propósitos


Podemos empezar por aparcar esta serie tan previsible, levantar la manta, cambiar el croma de un presente terriblemente vago,

y mirarnos muy adentro para vernos,

por si estamos varados  

en un puerto equivocado.

Tendríamos que romper la rutina de estar vivos,

y el silencio,

y esta sequía,

y poner el corazón sobre la mesa, 

en una sola apuesta,

           todo o nada. 

Si llegamos tarde, 

nos habremos ido,

y no habrá escenario.

Que el amor no es un sitio que dejas y siempre está cuando vuelves,

tampoco islas que se divisan cuando baja la marea, 

y todo es calma.

Deberíamos transformar el guión

o cancelar para siempre.


Esta vez, muchas uvas iban envueltas en bombas, en odio y en ira, 

nada que ver con las del gran John Steinbeck...,

    y se me atragantaron.



Ojos

Alguna vez retaron al sol y se rindieron a las estrellas. Han llorado mares de emociones,  y se han perdido ávidos y curiosos en miles de li...