domingo, 28 de agosto de 2022

El armario

 Tengo un armario antiguo, evocador de secretos y de un sugerente desfile de prendas y complementos.

Adivino un abrigo sastre en color crudo y una capa de terciopelo para  noches de bohemia y tascas por aquél Madrid, un par de guantes de piel y un borsalino de buen fieltro.

Algún vestido de organdí con bordados y lazos junto a un faldón de cristianar en seda salvaje, protegidos con fundas de tela, 

bolsos de asa corta llenos de pañuelos, abanicos y algún rosario de nácar.

En sus cajones, un camisón largo de felpa, con jaretas y botones hasta el cuello, de los que daba calor y enfriaba el deseo, sobre otro de seda que él le regaló para ocasiones más atrevidas. 

Alfileres y prendedores de plata, y en una cajita de caramelos violetas algunas fotos en sepia con dedicatoria, sobre el poema que le inspiró su primer encuentro.

Tiene un espejo, testigo de arrumacos y confidencias y probablemente de algún enfado de alcoba, que poco a poco les robó los años y encorvó sus cuerpos antes de velarlos y desaparecerlos.

Cada tarde un haz de luz atraviesa su esqueleto y despierta los fantasmas del recuerdo, escondidos entre bolitas de naftalina.



lunes, 22 de agosto de 2022

Centro de gravedad

 

Vivir cautelosa, entre dos aguas, un pie en cada mar, 

un puente por donde fluyan todas las dicotomías, 

intentando encontrar centros de gravedad permanente.

Querer y deber, injusta disyuntiva,

la intermitencia de la felicidad,

ese libro que no quieres que acabe, 

y sabes que no hay conquista, 

que no va más allá del momento disfrutado.

La alternancia de la vida, entre amaneceres y ocasos,

la ambivalente soledad, 

ser isla para contarte,

la vulnerable seguridad,

la pérdida, 

lo que se va para quedarse,

la alteridad haciéndose identidad.

Tal vez en eso consista hacer la vida,

querer y deber...,


deber querer







miércoles, 17 de agosto de 2022

Stream of consciousness

 Cricricricri,

dejo el libro abierto sobre la tripa, todo en calma, Paula ha llegado a Madrid, su destino laboral en próximos meses, y piensas, ¡ojalá el trabajo le distraiga su morriña por su Graná!,

Clara ha recogido a Neska.La hemos cuidado este finde que se escapó a la playa, y se ha pasado el tiempo esperándola, sin jugar, sin ladrar, sin casi moverse de donde la dejó, para que vuelva a por ella al mismo punto.

Está mayor y dependiente.

No quiero depender de mis hijas, ellas tampoco quieren depender de nosotros, nos gusta ser  autosuficientes, aunque ahora yo las obedezca más que ellas a mí.

Cricricricri, 

mi pareja duerme a pierna suelta, como siempre, y me produce paz su descanso, a veces somos vasos comunicantes, aunque envidio su rápida desconexión. 

Mis noches son, hace años, un duermevela, como si estuviera al acecho, en el borde de la cama para saltar y levantarme ante cualquier mínimo sobresalto.

No sé si madrugar mañana para mí ruta en bici, hace calor y no duermo bien,

Cricricricri,

un dos tres, responda otra vez: criar, crispar, cribar, crisol, criticar, crisis...,

¡Cristo santo!,

me desvelo.

No sé si tomar un Colacao, o mejor una gelatina, tan ligera e hidratante,

Pienso en ellas de nuevo, en sus vidas, sus pequeñas casas de alquiler, la luz que ha subido y el gas se dispara, la gasolina y el coche que necesitan para llegar a sus planes.

Cricricricri, 

todas las vueltas que preceden mi sueño

¡Ay los sueños!

¡Tan diferentes los suyos de los nuestros!

Perfectamente preparadas y con planes solo de fin de semana, como mucho de fin de mes.

Son fuertes, valientes y listas, piensas.

Mañana, definitivamente, madrugo y pedaleo.

Cierro el libro, que me tiene tan pillada,

y me abandono a la noche, por si atrapo algún sueño..., 

o ese grillo 





 


domingo, 14 de agosto de 2022

Vacaciones

 

Qué bien tomarte unas vacaciones,

de esas que te llevan a tus playas de soledad elegida, 

que el agua entre por tus celdas,

para limpiarte, y respirar,

mirarte en aguas cristalinas, 

atravesar turbulencias y flotar en su calma.

Escalar la roca más alta de tu sonrisa.

Visitar la cueva más honda de tu tristeza y refrescar tu esencia.

Sin guías, 

                           tú al volante.

Ninguna habitación con vistas desperdigadas,

solo interiores llenas de luz.

Nada incluido,

todo cuesta.

Y pocos se atreven.

Escogen el trepidante circuito, 

ese crucero de puertos, 

la costa de las sombrillas, 

el safari de las fotos y la sorpresa preparada, 

el pico del selfi, o las pulseras de la isla de por qué lo llaman amor...,


tal vez huyendo de sí mismos.








miércoles, 10 de agosto de 2022

En peligro de extinción

 Hay quienes llevan una no vida, un momento muy largo que tuvieran que soportar,

con heridas infectadas y envidias enfermizas,

y se cobran una ayuda,

que tachan la vida del calendario como una lista de la compra, 

días, meses, años...,

nunca ven instantes mágicos,  

y se les va el presente espiando faltas ajenas y asustados por el futuro,

sin ilusiones y mala memoria, llevan pesas en los recuerdos, 

a veces la amargura les seca el corazón.

Y hay también quienes regalan sonrisas, abrazos y tiempo, 

que sacan lo mejor de tí,

ponen calma en la tormenta y traen un aire más puro y liviano,

no exigen ni juzgan, 

y escuchan más que dicen. 

Cada vez son menos,

se extinguen por sobrecarga en su alma de luz,

y ninguna ley de abuso energético les protege



lunes, 1 de agosto de 2022

Réquiem

 Hermano árbol, 

me cobija tu sombra y celebro la lluvia, 

el mensaje impertérrito de tantos corazones atravesados en tu tronco, 

  y te abrazo.

Trepo felina tus ramas, de enérgicas figuras Chi kung en otoño, 

las mañanas de hojas al viento, embellecidas por el sol que se cuela en tus resquicios,

y perfumas el aire, 

   y lo purificas.

Te agradezco los frutos silvestres de cada estación,

ser hogar de tantos trinos,

y respeto tus nobles raíces milenarias, fieles testigos de siglos de historia.

Hoy, selvas, bosques, montes, parques y alamedas agonizan en un enorme lecho negro,

crepitan en infiernos provocados,

y oigo tus crujidos ante insensatos taladores que destruyen tus pulmones, por dinero, asfalto, sequía...,

   y muerte.



Ojos

Alguna vez retaron al sol y se rindieron a las estrellas. Han llorado mares de emociones,  y se han perdido ávidos y curiosos en miles de li...